sábado, 22 de agosto de 2009

Con el cinturón puesto


Aún a mi pesar, llevo el cinturón de seguridad para el corazón puesto. No se cuándo aprendí a usarlo, supongo que cuando me convertí en una amante temerosa, la verdad es que no me ha ido tan mal para aprender a usarlo; supongo que es cuestión de edad eso del temor y las precauciones para evitar corazones rotos.


Este año he descubierto que soy más temerosa de lo que pensaba, de lo que quería y de lo que aceptaba, soy más inflexible de lo que soñaba. Pero también se que todas las barreras se rompen tarde o temprano, sólo hace falta mirarlas y entender lo inútiles que son, con un poco de tiempo, de amor y de paciencia, todo sana y todo puede volverse a crear.


Quiero ser más de lo que yo misma espero, quiero romper siempre con lo aprendido, dejar lo bueno y descuartizar lo malo con amor.

Quiero amar y que me amen; aún con el cinturón de seguridad puesto, las cosas pasan, los sentimientos fluyen y las cosas parecen ser más hermosas de lo que hubiera creído...ya habrá tiempo para levantarme sin el cinturón puesto.


Ya habrá un momento para que lo desabroches y te lances hacia mis brazos sin pensarlo tanto, desabrochando el mío y descubriéndote ante mi como nunca creíste hacerlo.

Quiero pensar que siempre hay alguien que descubre quien eres y se queda ante lo que ve sin correr, quiero pensar que tú seras ese alguien, quiero pensar...no, en realidad hoy ya no quiero pensar...

jueves, 20 de agosto de 2009

El tiempo vuela...


Y el mes de julio se fue sin palabras, un par de caídas y algunos golpes han pasado y yo sin escribir. Tal vez nadie lo notó, pero yo si...días sin leer, sin escribir, sin pensar más allá de lo que tenía enfrente.

Y realmente no es que tenga mucho que decir, no se qué pasa, que por las noches tengo frases célebres que olvido por las mañanas. Tengo historias que contar, pensamientos que subrayar y a la mañana siguiente...¡ABRA CADABRA!, todo desaparece.

Es realmente increíble cómo pasa el tiempo, ayer era julio y hoy es agosto, ayer eras mi amigo y hoy eres mi novio, ayer estaba contigo y hoy me encuentro sola...

Tengo pesadillas, miedos, esperanzas y el tiempo corre y nada pasa...

Me desperté gritando tu nombre y en algún momento, en algún lugar siento que el querer se convirtió en amar...
Ayer era fácil decir TE AMO, hoy no encuentro la forma, el momento, el lugar. Ayer era fácil descubrir el sentimiento, hoy parece una idea nublada en la conciencia, ayer todo era sentir, hoy todo parece ser razonar...

Ayer quería decir te amo, hoy no sé qué pensar. Ayer podía gritarlo, hoy tengo que pensarlo...
En ¿qué momento me convertí en un adulto que piensa lo que siente?, en ¿qué momento aprendí a callarme?
Hoy sólo reconozco claramente el miedo y a veces entre las tinieblas del temor encuentro mi corazón latiendo por algo más que querer...