sábado, 12 de diciembre de 2009


Ella se asomó a la ventana, el sol resplandecía, la brisa suave y cálida calentaba su corazón, en su rostro la sonrisa más mágica y luminosa se dibujaba. Sentía la luz, el amor, las probabilidades...


Ella se asomó a la ventana, el viento corría y le calaba los huesos, estaba frío, helado, sentía que su mirada se congelaba y la piel estaba seca. Su cabello volaba al viento y con la ventana abierta y los ojos bien abiertos no podía ver nada a través de la neblina, todo era oscuridad, miedo y dudas.


En un segundo ha podido abrir mil ventanas y en cada una ha encontrado sueños, desilusiones, espejismo, dudas, miedos, amor, pero nunca tanta confusión...

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