Ya me cansé, de suponer, de pensar, del dolor...me cansé de esperar al valiente.
Ahora que me sé un trofeo, voy a ponerle nombre y a darlo por entregado, lo pulí y lo enceré y sí soy un hermoso trofeo, pero ese que entregué se queda vacío y el afortunado con el que se quede con el verdadero triunfo, con la verdadera carrera ganada viene entrenándose para mí.
Hoy ya no lo voy a esperar sentada, hoy voy a buscarlo, a andar por los estadios del mundo entrenando por ahí, tal vez me lo encuentre de lado y con una sonrisa, me percate que gané la guerra a pesar de las batallas perdidas en el trayecto.
En todo este camino de dolor, lo que ha quedado siempre claro es: quién soy, no me desdibujé, me fortalecí, me descubrí en mi mano, en control, con la cabeza en alto y el corazón latiendo, tengo un nuevo rayón, pero estoy segura de mí, no tengo miedo, nunca lo tuve porque sé que soy el premio mayor.
El que ganó un trofeo vacío, se quedó con eso, con latón en la mano, yo prefiero el corazón...
2 comentarios:
Y yo también.
Besos.
Y eso es lo más importante!
Besitosssssss
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