Todos hemos sido un océano rodando por las mejillas de alguien más, hemos tenido lagunas por dentro que surgen como cascadas urgentes por nuestros ojos.
La tristeza nos acompaña, como un fantasma, una sombra que acecha en el momento exacto para transformarnos en muñecas de trapo, recordando que no somos nada...que el amor puede estar tan lejos o tan ahogado en nuestros mares inconscientes...
Las lágrimas nos acompañan, nos calan profundo, marcan nuestro rostro de forma imperceptible, pero visiblemente, sin que nadie lo note; a veces en una mirada triste, en una arruga temprana, en una piel reseca...ahí están, pero nadie las observa, todos las olvidan...
A veces puedo sentirlas...tan dentro...tan fuera...
A veces las miro pasmada, sin moverme, otras las abrazo realmente sin saber si eso ayuda, otras veces las beso...las acaricio...
Son mis amigas...mis enemigas...
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Hace 12 años
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